¿Puede el dólar perder su supremacía como moneda de comercio mundial?
La hegemonía del dólar como moneda de referencia en el comercio global enfrenta crecientes desafíos en un escenario internacional marcado por tensiones geopolíticas y decisiones económicas de alto impacto, como las políticas arancelarias impulsadas por el Presidente Donald Trump.
Durante su mandato y en sus propuestas actuales, Trump ha promovido una agenda proteccionista con la imposición de aranceles a productos provenientes de economías como China, la Unión Europea y México. Aunque estas medidas buscan proteger a la industria estadounidense, generan efectos colaterales que pueden debilitar la confianza internacional en el dólar.
Los aranceles provocan represalias. China, por ejemplo, ha respondido no solo con tarifas similares, sino también con restricciones a la exportación de minerales estratégicos —como tierras raras— fundamentales para sectores clave de EE. UU. Como por ejemplo: fabricación de microchips, vehículos eléctricos, y tecnologías militares. La dependencia estadounidense de estos recursos deja a su economía totalmente vulnerable, lo que erosiona la percepción de estabilidad que históricamente ha respaldado al dólar.
En paralelo, el yuan chino gana terreno como alternativa. China ha cerrado acuerdos bilaterales con países que optan por realizar transacciones en su moneda local o en yuanes, especialmente en Asia; África y América Latina. Aunque aún lejano de destronar al dólar, el avance del yuan refleja un cambio de paradigma: el comercio mundial se diversifica en sus monedas de referencia.
La pérdida de confianza global en el dólar se acelera cuando las políticas comerciales estadounidenses generan incertidumbre. Los aliados y socios comerciales de los norteamericanos, optan por reducir su exposición al dólar como mecanismo de protección, su uso internacional se debilita. La dolarización del comercio depende, en gran medida, de la percepción de Estados Unidos como un socio confiable y estable.
En conclusión, las medidas arancelarias y las tensiones comerciales con potencias como China, sumadas a las restricciones tecnológicas y de insumos estratégicos, sí pueden poner en riesgo la supremacía del dólar. Aunque el reemplazo total por el yuan no es inminente, el mundo se está moviendo hacia un sistema multipolar de divisas. La estabilidad del dólar podría depender, paradójicamente, de la moderación de las propias políticas económicas de Estados Unidos.
Realizado por Héctor Sosa Gennaro